«Me faltas», Poema a mi hijo Miguel
Me falta tu sonrisa,
el rastro de los legos
dispersos en la mesa.
La mañana es radiante,
el patio está en silencio,
la casa entera duerme.
No suenan hoy tus voces
envolviendo la sala
ni el eco repetido
de la tabla del cuatro.
Me falta tu mirada
redonda y expectante,
tus hábiles deditos
creando nuevas formas
con piezas diminutas.
Tu cuerpo se desliza
a través de tus pasos
entre otras realidades.
Has despertado lejos
pero sin duda estás
ocupando este espacio.
Me falta tu presencia.
Los ruidos de la casa se confunden
con el timbre de tu voz delicada.
Parece que me llamas desde el baño.
Te invento, te idealizo,
te hago real, presente.
Te siento junto a mí
como siento conmigo lo lejano.
Disfruto de tu ausencia
y al tiempo me golpea.
Me faltan tus palabras.
El sol se ocultó ayer
despacio entre "Los Nuevos".
Un ángel se hizo nube
y voló hasta mi lado.
Me hizo pensar en ti.
Todo me lleva a ti
si tus ojos se alejan
y en medio del silencio
del campo, de la casa,
puedo escuchar tu risa.
Me faltas...